domingo, 14 de noviembre de 2010

La Grita

La Grita, Municipio Jáuregui, Estado Táchira

A 1440 metros sobre el nivel del mar, donde predomina la paz, los paisajes típicos andinos cubiertos de neblina y un clima Tropical de altura se encuentra La Grita ubicada en el municipio Jáuregui al noroeste del Estado Táchira. El pueblo de La Grita posee excelentes condiciones geográficas, ambientales, históricas y culturales, lo cual lo convierte en el pueblo de mayor atracción turística del municipio.

Rutas turísticas
La Grita es considerada como una de las localidades con más atractivos turísticos del Estado Táchira. Sus riquezas naturales, su historia y su cultura religiosa hacen del pueblo un lugar digno de ser visitado. Por esto, sus habitantes se han visto en la necesidad de promocionar y explotar todas las riquezas del lugar a través de distintas rutas turísticas diseñadas con la finalidad de permitirle al visitante conocer todos los encantos que posee esta tierra. Las rutas turísticas que ofrece La Grita son La Ruta Ecológica y de Aventura y La Ruta de los Páramos y los Cultivos.

Ecológica y de Aventura
Conformada por dos circuitos, esta ruta le ofrece al turista conocer una diversidad de ecosistemas, donde se pueden realizar distintas actividades como alpinismo, acampado, excursionismo, montañismo ecológico y la observación de la flora y fauna, entre otros. El visitante puede disfrutar también de escenarios naturales como las lagunas de origen preglaciar y glaciar y distintos caminos que son autorizados por el Parque Nacional Páramos el Batallón y La Negra.
Las rutas de los circuitos de ecología y aventura están conformadas de la siguiente manera:
• La Grita - Páramo El Rosal - La Cortada de Sumusica - Parque Nacional - La Grita.
• La Grita - Las Porqueras - El Cienagón - Parque Nacional - La Grita.

Los Páramos y Cultivos
Conformado por cinco circuitos, esta ruta ofrece paisajes de montaña que sobrepasan los 3.500 metros de altura, ideal para los que disfrutan del turismo contemplativo y el agroturismo. De igual manera mientras el turista recorre el camino podrá ir disfrutando del clima y de los distintos tipos de cultivos como las fresas, las flores, hortalizas, legumbres y tubérculos.
Las rutas de los circuitos de Los páramos y cultivos están conformadas de la siguiente manera:
• La Grita - Páramo El Rosal - Sumusica.
• La Grita - Mesa de Barro - Tadea - Páramo El Verde.
• La Grita - Nanjar - Páramo La Negra.
• La Grita - Santo Domingo.
• La Grita - La Quebrada de San José - Alto Duque - Loma del Trigo - Páramo de Los Pantanos.

Sitios de interés
Entre los lugares de interés para visitar en La Grita se encuentran:
• El Santo Cristo de La Grita ubicado en la Iglesia del Espíritu Santo, frente a la Plaza Bolívar.
• La Iglesia de Los Ángeles, ubicada en la Plaza Jáuregui
• El paseo Artesanal ubicado frente a la Plaza Jáuregui.
• El Museo del Recuerdo de la Humanidad de La Grita.
• El Museo Casa de las Costumbres y Tradiciones ubicado en El Susural.
• El Museo de La Grita ubicado en el Barrio Santa Rosa. También vale la pena conocer algunos sitios naturales como las Lagunas del Parque Nacional Los Páramos ubicadas en las vías al Páramo y Las Porqueras; el Páramo el Rosal, lugar donde los turistas pueden apreciar hermosos paisajes; y el Pesebre Turístico ubicado en la aldea Llano Largo, en donde se representan a través de un pesebre los lugares más populares de la Zona Andina.
Muy cerca del pueblo de La Grita se encuentran las poblaciones Pueblo Hondo y Pueblo Encima, muy conocidos por el cultivo de fresas y hortalizas de excelente calidad, ambos pueblos están ubicados en la vía que conduce hacia el Estado Mérida.

Costumbres y tradiciones
La población de La Grita fue nombrada ciudad del Espíritu Santo y la Atenas del Estado Táchira por ser la cuna del Arte Popular y fuente de inspiración de muchos artistas del Estado Táchira, como poetas, pintores, escritores y músicos. Se pueden encontrar en cada una de las casas coloniales distintos trabajos artísticos pertenecientes a las artes plásticas, la pintura, la escultura y la cerámica. Entre los artistas que destacan se pueden mencionar: José Ramón Valero (ganador del premio Bigott 1999, artista plástico, ceramista, pintor y escultor); José Eliel Camargo Duque “Pepe” (Pintor y escultor); Nestor Melani Orozco (Pintor e historiador); Franco Pérez (Promotor de Arte Popular); María Antonieta Urbina (pintora y ceramista); Pablo Isidro Duque (pintor, ceramista y tallista); José Ramón Zambrano (tallista y pintor); Josefina Rey (ceramista); Carlota Baptista (ceramista); Nancy Zambrano (tallista); Eliel Lubo (tallista); Rosalinda García (tallista).
La Grita es una población profundamente religiosa. Entre sus costumbres se encuentra la devoción a la imagen del “Santo Cristo” la cual se remonta al año 1610, cuando un fuerte terremoto destruyó la ciudad. Cuenta la historia que el fraile Franciscano Francisco esculpió la imagen en un madero como promesa para que cesaran los temblores. Como no pudo terminar de tallar el rostro se acostó y en la madrugada encontró en el taller a un ángel esculpiendo las facciones del Cristo. Desde entonces se le pide protección y se le adjudican numerosos milagros. Los peregrinos visitan todos los años el Santo Cristo en la Iglesia del Espíritu Santo.
A comienzos del mes de agosto y en honor a sus Santos Patronos: Nuestra Señora de los Ángeles y el milagroso Santo Cristo, se celebran las Ferias y Fiestas Patronales. La tradición de estas fiestas es muy remota, es una de las más antiguas del estado Táchira. Presentan una connotación de la amistad, alegría, espiritualidad, de lo vistoso y del estreno. Entre las diversiones de las Fiestas Patronales se encuentran las tardes de toro, las cabalgatas, la elección y la coronación de la reina, actividades culturales y deportivas, y bailes populares.
Otras manifestaciones religiosas de esta localidad son: El Día de San José que se celebra el 19 de marzo, la Cruz de Mayo, festejada el 3 de mayo, y las Misas de Aguinaldo, del 16 al 24 de diciembre.
Una costumbre más reciente y de carácter histórico es la Escenificación de la entrada de Bolívar a La Grita, iniciativa que se remonta a la época del General Marcos Pérez Jiménez y que fue institucionalizada a partir del año 1993. En el mes de abril se presenta la obra en rescate de nuestra historia en la que se escenifican bailes populares y clásicos, participa gran parte de la comunidad vestida a la usanza de la época y se comen platos típicos.

Historia
En el año 1576 nace La Grita, llamada ciudad de Atenas o del Espíritu Santo. Fue fundada por el capitán español Francisco de Cáceres. A partir de este momento, Cáceres a través de una muralla de tierra dejó protegido el pueblo de posibles ataques e invasiones de indios y saqueadores.
Esta localidad tiene sus inicios en la historia cuando Rodríguez Suárez realizando jornadas de expedición se apersonó en el lugar, en donde fue muy bien recibido por las personas que allí habitaban. Suárez dejó una cruz como evidencia de haber estado presente. De esta manera, se dieron los primeros pasos en la historia del pueblo de La Grita.
La Grita se convirtió en 1607 en la capital de la provincia y en la madre y cuna de los pueblos: Altamira de Cáceres, Barinas, Bailadores, Medina de Las Torres, Salazar de Las Palmas, San Agustín, Gibraltar, Seboruco, El Cobre, Umuquena, San José de Bolívar, La Fría, Las Mesas y Coloncito.
En 1813, La Grita fue un punto estratégico muy importante en la ruta de la Campaña Admirable de Simón Bolívar. El Libertador pernoctó en la Casa del Balcón, que actualmente es un sitio de gran valor histórico de la época independentista.
Ubicada en un valle de montaña, La Grita se caracteriza por sus hermosos paisajes y es famosa por sus cultivos, sobre todo de hortalizas que cubren o son distribuidas en gran parte del territorio nacional a través de los llamados “ferieros”. Actualmente La Grita sigue conservando su arquitectura colonial, con calles angostas, estructuras realizadas con piedras y posee una honda cultura religiosa, así como también una excelente geografía y una amplia historia.

La Grita 
La ciudad de La Grita constituye el poblado de mayor atracción turística dentro del Municipio Jáuregui, gracias a sus bellos paisajes, agradable clima, movimientos culturales y monumentos históricos. Desde San Cristóbal se puede llegar a este pueblo, en apenas dos horas, a través de la Carretera Panamericana y por la emblemática Trasandina.
Sus calles empedradas y casas de arquitectura colonial fueron testigos de memorables acontecimientos de la historia de Venezuela, como lo fue la Campaña Admirable, emprendida por el Libertador Simón Bolívar en 1813.
La Grita es llamada también la Atenas del Táchira y Ciudad del Espíritu Santo, pues le ha servido de inspiración a un buen número de pintores, músicos, escritores y poetas tachirenses.
En este sitio, se le tiene gran devoción al Santo Cristo de la Grita. En 1610, a causa de un terremoto, los Frailes Franciscanos se trasladaron a una capilla cercana en la aldea Tadea; entre ellos se encontraba el Fray Francisco, escultor, quien aterrorizado con aquel movimiento sísmico que en pocos instantes redujo a polvo la población naciente, ofreció al cielo hacer una imagen del crucificado, para rendirle culto especial y consagrarle la nueva ciudad.
Al momento comenzó a esculpir en un gran tronco de cedro el cuerpo de Jesucristo. Durante días trabajó sobre aquel madero, pero al rostro no podía darle forma del Cristo moribundo. Una tarde, cansado, suspendió los trabajos y se dedicó a la oración; un éxtasis profundo lo embargó.
En horas de la madrugada despertó sobresaltado, oyó extraños ruidos en el taller, se dirigió al lugar y algo como una figura humana envuelta en una ráfaga de luz, salió a través de la puerta encandilándole los ojos. Cuando se recuperó, ya todo había concluido y el divino rostro, con el rictus de la agonía, fue apareciendo entre la luz. Esa imagen es el Santo Cristo de la Grita, cuya talla se atribuye, en parte, a un ángel.
Así, una de las visitas obligadas en este poblado es la Iglesia del Santo Cristo de La Grita, donde Bolívar rindió honores a la imagen del milagroso Cristo durante su estadía en la época de la Campaña Admirable.
Todo el año, feligreses de todas partes del estado se dirigen a esta población a rendirle culto a la sagrada imagen. Por este motivo, el 6 de agosto, el Cristo de los Milagros es sacado en procesión por la ciudad, y en su honor se realizan las ferias y fiestas de La Grita.
Otros lugares que se deben conocer en La Grita son la Iglesia Nuestra Señora de los ángeles, el Museo Ramón Elías Camacho y La Casa Balcón.






El Terremoto de La Grita
Jaime Laffaille

Cuenta Don Fray Pedro Simón que el día 3 de Febrero del año 1.610, dos años antes de que él visitara estos parajes, ocurrió; un grandísimo terremoto que estropeó a todas las poblaciones y caseríos que estaban entre Mérida y La Grita. El gran temblor fue como a las tres de la tarde, en el día de San Blas, y la tierra se movía tanto que casi no se podía caminar. En La Grita se cayeron casi todas las casas y el convento, con la suerte de que en dos de las diez casas de tapia que quedaron en pié estaban reunidas la mayoría de las mujeres del pueblo: algunas estaban visitando a una vecina recién parida y las otras de visita con la madre del cura, que había venido desde la ciudad de Mérida a visitarlo.
Al sr. Benito Rosal, que era el Alcalde, el terremoto lo agarró purgado porque estaba enfermo y guardando cama, pero fue tan grande el susto y la gritería que oyó en la calle, que se paró como pudo y trató de salir a la calle con su hija y su sobrina en brazos, pero no pudo porque la casa se les vino encima a los tres y a una negrilla de menor edad que se metió asustada entre las piernas del alcalde: cuando los vecinos lograron desenterrarlo con sus azadones, lo encontraron vivos a él y a la negrilla, que estaba acurrucada entre sus piernas.
Al registrar las ruinas de la iglesia de la ciudad y de la iglesia del convento, se encontraron que los sagrarios estaban hechos pedazos, pero las cajas donde se guardaba el Santísimo Sacramento estaban sanas y sin que les cayera ni un granito de polvo. Al Santísimo Sacramento lo pusieron en el campo, debajo de unos toldos hechos con sabanas, para que todos pudieran rezar y pedir misericordia, porque no les había quedado casi comida en la ciudad, los molinos se hundieron y las haciendas se perdieron.
Como si esto fuera poco, los ríos y quebradas se secaron: la gente pensaba que el agua de los ríos se estaba embebiendo en la tierra, por las grietas hechas cuando el temblor en sus madres. Esta situación no duró mucho, al día siguiente se desencadenó el diluvio: el agua turbia corría a raudales como si hubiesen caído los mas grandes aguaceros, la gente corría despavorida sin entender lo que pasaba, mientras los perros aullaban anunciando el día del juicio.
Cuenta el mismo Don Fray Pedro Simón que ese mismo día ocurrió un hecho notable: en la mitad de Valle de Los Bailadores, que corre norte a sur a seis leguas de la ciudad, de la cordillera del lado izquierdo voló la mitad de un valentísimo cerro, como si fuera de pluma, y quedó plantado en la mitad del valle, casi en el lado derecho. En el asiento de donde se levantó el cerro quedó una gran abertura, por donde comenzó a salir una corriente de agua que duró algunos días, formándose una laguna por el embalse que formó el asiento del cerro en la mitad del valle.
Desde ese día, hasta el día de San Juan del mismo año, la laguna fue creciendo porque no salió ni una gota del agua que le entraba. Ese día de San Juan, el embalse del cerro se rompió por un lado, saliendo el agua tan impetuosamente que no dio tiempo de salvar las cabezas de ganado que pastaban valle abajo, destruyendo a su paso los sembradíos de maíz y tabaco. Se perdieron cerca de 500 cabezas de ganado entre las que fueron arrastradas por el agua de la laguna y las que quedaron bajo el cerro cuando se asentó en la mitad del valle. Murieron más de 60 personas, entre españoles e indios, hombres, mujeres y niños, en la ciudad y otras partes, que es una gran cantidad considerando las pocas que habitaban esas tierras cuando ocurrió el terremoto.



Evolución Política de las Provincias que formarán posteriormente Venezuela

La organización política de lo que posteriormente llegaría a ser Venezuela es muy variada durante la época colonial. Esto se debe a diferentes razones, la primera es que los poderes públicos coloniales estaban separados y muchas veces ejercidos desde distintos lugares, así pues, hay que diferenciar entre el poder político, el militar, el judicial y la hacienda pública. Así una provincia podía depender políticamente y de hacienda directamente de España, en lo militar de otra provincia más importante y en lo judicial de la Real Audiencia de Santo Domingo.
A continuación se tratará de dar cuenta de la evolución de las distintas provincias a lo largo de la época colonial y su integración final a la Capitanía General de Venezuela.

Provincia de Margarita
Primera gobernación de la futura Venezuela. Capitulada a los Villalobos en 1525, regresa a la corona en 1594, cuando ésta comienza a nombrar directamente a los gobernadores. Desde sus orígenes depende judicialmente de la Audiencia de Santo Domingo. En 1739 se adscribe al Virreinato de Nueva Granada, para retornar a su situación original en 1742.

Nueva Andalucía o Cumaná
Creada en 1568, evoluciona exactamente igual que Margarita.

Provincia de Venezuela o Caracas
El nombre de Venezuela aparece por primera vez en 1500 en el mapa de Juan de la Cosa. En 1528 es utilizado para acotar un territorio que se da en capitulación a los Welzer. Desde ese momento depende de la Real Audiencia de Sto. Domingo. En 1717, cuando es creado el Virreinato de Nueva Granada, se adscribe a ésta, "por razones de congruencia". En 1723 se suprime el Virreinato y se decide que todo corra "según su antigua planta", pero el poder judicial se sigue ejerciendo en Bogotá. En 1726 se ordena, sin embargo, que Santo Domingo reasuma la jurisdicción de Caracas. En 1739 se restablece nuevamente el Virreinato neogranadino y se le agregan las provincias de Caracas, Maracaibo, Cumaná, Guayana, Río Orinoco, Trinidad y Margarita, sin embargo Caracas sigue dependiendo judicialmente de Sto. Domingo. Tres años después, en 1742, se vuelve a separar a Caracas de Sta. Fé, retornando a su antiguo estado de provincia exenta (dependiente exclusivamente de España), excepto en el orden judicial que seguía residiendo en Sto. Domingo.

Trinidad y Guayana
Entre 1591 y 1731 forman una sola provincia, denominada Trinidad de Guayana, que depende de Santa Fé de Bogotá. En 1731 se separa en dos, Guayana que pasa a formar parte de la provincia de Nueva Andalucía y Trinidad que queda bajo la jurisdicción de Bogotá. En 1768 Guayana adquiere el rango de Gobernación y se adscribe a Sta. Fe, hasta 1786 cuando se agrega a la Audiencia de Caracas.

Maracaibo
Desde sus orígenes pertenece a la Provincia de Caracas, pero en 1676 se une con la Gobernación de Mérida-La Grita y por lo tanto pasa a la jurisdicción de Sta. Fé. En 1678 Maracaibo se transforma en capital de Provincia.

Mérida-La Grita
El corregimiento de Mérida y La Grita es creado en 1607, cuando la zona es capitulada por 8 años a Juan Pacheco Maldonado, para transformarse en 1622 en gobernación. Primero se llamaba La Grita, luego Mérida-La Grita, seguidamente solo Mérida. Finalmente, en 1676 se une con Maracaibo y en 1678 se traslada la capital a dicha ciudad.

La Intendencia de Venezuela
Ante las continuas denuncias llegadas hasta la Corona sobre el desorden administrativo y fiscal practicado en Indias, el monarca resolvió separar las funciones del gobierno político de las militares y financieras.
De esta forma, en 1776, se creó la Intendencia de Venezuela, centralizando en un funcionario las actividades de recaudación y administración de rentas, puertos, comercio, adjudicación de tierras, etc., para las provincias de Venezuela, Cumaná, Guayana, Maracaibo, Margarita y Trinidad.

La Real Audiencia de Caracas
Como se vio antes, en lo que respecta a la justicia, durante casi toda la época colonial las diversas provincias habían dependido, bien a la Audiencia de Santo Domingo, bien a la del Nuevo Reino de Granada.
Sin embargo, desde 1672 se oyen las voces que desean el traslado de la justicia superior a tierra firme, pero no es sino hasta 1786 cuando finalmente se expide el decreto que funda la Real Audiencia de Caracas.

Capitanía General de Venezuela
La palabra "Capitanía" refleja en sí misma el hecho que corresponde al ejercicio del poder militar. Así, en la creación de la provincia de Venezuela en 1528 al título de Gobernador que se le otorga a los Welzer, se le añade el de Capitán General, refiriéndose, sin dudas a su autoridad sobre el ejército.
Por otra parte, al nombrarse a Martín de Lardizábal como gobernador de Venezuela, en 1732, se le nombra además, comandante general de dicha provincia con jurisdicción en Maracaibo, Cumaná, Río Orinoco, Trinidad y Margarita.
En 1739, al informar sobre la reconstitución del virreinato de Santa Fe (Nueva Granada), el Rey se refiere a "Caracas, con el territorio de su Capitanía General".
De esta forma, es evidente que en la jurisdicción militar el Gobernador de la provincia de Caracas tenía superioridad sobre las otras provincias.
Finalmente, el 8 de septiembre de 1777 se expide la real cédula de creación de la Capitanía General de Venezuela, agregando las provincias circunvecinas a su jurisdicción "en lo gubernativo y militar" y ordenando a los gobernadores de dichas provincias que "obedezcan" al capitán general y "cumplan sus órdenes".

Colonia
La época colonial comienza con el descubrimiento (o encuentro como se le ha dado por llamar ahora) en 1492 (1498 en Venezuela) y la independencia en 1810.
La primera parte de este período consiste básicamente en lo que se podría llamar La Conquista, es decir, la época de guerra contra los indígenas, fundación de ciudades y primer poblamiento. Se lleva mucha parte del siglo XVI, (aunque en algunos sitios no ha terminado todavía). La isla de Margarita, por ejemplo, fue conquistada sin lucha porque los indios no opusieron resistencia, pero en gran parte del territorio hubo luchas incesantes que culminaron con el exterminio de muchas tribus.
La segunda parte del período colonial corresponde al desarrollo y población del territorio por parte de los españoles y negros y su mezcla con los indígenas. Durante el siglo XVI se calcula que arribaron a la Provincia de Venezuela unos cinco mil españoles y trece mil negros.

Las Provincias
Al finalizar el siglo XVII las provincias que hoy conforman Venezuela eran las siguientes:
Venezuela, que incluía lo que hoy son el Dto. Federal y los estados Miranda, Aragua, Carabobo, Lara, Falcón, Yaracuy, Trujillo, Cojedes y Portuguesa. El estado Zulia pertenecía también a la provincia de Venezuela hasta 1676, año en que se anexó a la de Mérida y La Grita. La provincia tenía gobierno metropolitano y capitanía general propios y dependía jurídicamente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Margarita, actual estado Nueva Esparta. Dependía jurídica, política y militarmente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Trinidad y Guayana, Isla de Trinidad (que en 1797 fue conquistada por los ingleses), el actual estado Bolívar, Amazonas y Amacuro. Tenía capitanía general propia y dependía de la Real Audiencia de Santa Fé (actual Colombia).
Nueva Andalucía o Cumaná, actuales estados de Sucre, Anzoátegui y Monagas. Tenía gobierno político y militar propio y dependía jurídicamente de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Mérida y La Grita (luego Maracaibo), Los actuales estados Mérida, Táchira, Barinas, parte de Apure y Zulia. Durante el siglo XVII dependió política y jurídicamente de la Real Audiencia de Santa Fé. En lo militar dependía también de la misma Audiencia hasta 1622, pero de allí en adelante tuvo capitanía general propia.

Evolución política
La evolución política de la colonia fue muy variada, la mayor parte del tiempo las diversas provincias fueron prácticamente independientes las unas de las otras, con gobernadores nombrados directamente desde España. La unión territorial se logra solamente en 1777.

Sobre el gobierno colonial
Es muy interesante leer lo que James Michener, en su libro Caribe, escribe sobre los gobernadores españoles en América:
"...disponía de una autoridad enorme y administraba un volumen de riquezas tal que ni los hombres más codiciosos lo imaginarían, siendo, en cambio, su remuneración casi nula. Los reyes de España estaban en la ruina y se apoderaban de todo el oro y la plata que producían sus colonias, pero se negaban a pagar sueldos decentes a sus representantes. Los virreyes y gobernadores estaban casi obligados a robar. Se les permitía enriquecerse durante diez o quince años, dando por sentado que retornarían a España con fortuna suficiente para gozar de ella, en compañía de sus numerosas familias, por el resto de la vida".
Más adelante, continúa Michener:
"En primer término, era sabido que el gobernador se apropiaba de los fondos públicos, y se aceptaba. Por lo tanto, los funcionarios del rango siguiente se sentían justificados si hacían lo propio pero en menor volumen. Para los del tercer peldaño, tal ejemplo era una invitación a probar suerte, y así hasta llegar al último. Todos alargaban la mano, y toda la administración funcionaba mediante el robo y el soborno".

La economía de la Colonia
En general, las provincias que conformarán Venezuela eran relativamente pobres, sobre todo si se comparan con los Virreinatos de México y Perú con sus abundantísimas minas de oro y plata. Sin embargo, ellas encontraron un medio eficaz de subsistencia a través de la agricultura, que las llevó finalmente a encontrar su puesto entre las demás colonias. Para ver más de esto pase a Economía.



La antigua provincia de Mérida
(Reseña histórica)
 
La Provincia de La Grita-Mérida-Maracaibo fue, durante el período colonial, una entidad político-administrativa que, a pesar del nombre compuesto de tres topónimos, constituyó, como veremos luego, una única entidad que a lo largo del tiempo fue aumentando su territorio y mudando su capital.
Ante todo recordemos que lo que suele llamarse provincia en la América sujeta a la corona española llevaba por título oficial el de Gobernación y Capitanía General. Esta era una entidad con función político-administrativa a cuya cabeza estaba el gobernador y capitán general, quien ejercía su mandato bajo el amparo de la Real Audiencia, mandato que abarcaba el cargo de gobernador (con jurisdicción en lo civil), el de capitán general (jurisdicción militar), el de juez de primera instancia y el de vicepatrono real.
Cada una de las provincias de las Indias estaba adscrita a una Real Audiencia, órgano de poder con plena jurisdicción sobre un determinado territorio. Las Reales Audiencias creadas por la corona en sus predios del Nuevo Mundo fueron las siguientes: Santo Domingo (1511), México (1527), Panamá (1530), Lima (1542), Guatemala (1543), Nueva Galicia o Guadalajara (1548), Santa Fe de Bogotá (1548), La Plata o Charcas (1559), Quito (1563), Santiago de Chile (1565), Buenos Aires (1644), Caracas (1786), Cuzco (1787).
El territorio de lo que hoy es la República de Venezuela estuvo conformado hasta 1786 por varias provincias, unas bajo la jurisdicción de la Real Audiencia de Santo Domingo, otras bajo la de Santa Fe de Bogotá. Ese año Carlos III crea la Real Audiencia de Caracas (6 de julio), con lo cual eliminaba la dependencia jurisdiccional de aquellas audiencias, y las provincias de Margarita, Venezuela, Nueva Andalucía, Trinidad, Guayana, La Grita-Mérida-Maracaibo y Barinas quedaban unidas en un solo organismo político y territorial con el gobernador de Caracas a la cabeza, convertido entonces “en presidente de la Real Audiencia, gobernador de su provincia y capitán general en el ámbito de toda la Audiencia” (GM: 117).
La provincia que nos interesa ahora, la de Mérida, formó parte de la Real Audiencia de Santa Fe desde sus orígenes hasta el año de 1777. Veamos brevemente su evolución político-administrativa hasta el momento en que se integra al conjunto de provincias que formarían primero la Capitanía General de Venezuela, luego la República del mismo nombre.
La fundación de la ciudad de Mérida (1558) y de la Villa de San Cristóbal (1561), surgidas por iniciativa de Tunja y Pamplona, tuvo el propósito de llenar con asentamientos humanos los espacios cordilleranos comprendidos entre el Nuevo Reino de Granada (la actual Colombia) y la antigua provincia de Venezuela (cuyo territorio en la región andina llegaba originalmente hasta el actual estado Trujillo, como veremos luego).
Desde el Nuevo Reino de Granada, el Cabildo de Pamplona comisiona a su alcalde, el capitán Juan Rodríguez Xuárez, explorar las Sierras Nevadas, someter a los indios de la comarca y buscar minas de oro. Pero una vez llegado a esas tierras procede, quebrantando todas las normas, a fundar una ciudad, a la cual nombró Mérida en recuerdo de su ciudad natal extremeña. En vista de la fundación no autorizada, la Real Audiencia de Bogotá dicta contra él sentencia de muerte el 22 de marzo de 1560. Santa Fe envía entonces al capitán Juan de Maldonado con dos misiones: la de detener a Rodríguez Xuárez y la de continuar la conquista y población iniciadas por aquel. Pero el capitán español burla la justicia huyendo a la provincia de Venezuela, territorio bajo la jurisdicción de la Real Audiencia de Santo Domingo.
Juan de Maldonado modifica entonces lo hecho por Rodríguez Xuárez: cambia las autoridades del cabildo organizado por este, muda la ciudad a un sitio más al norte (a lo que actualmente se conoce como La Parroquia o La Punta) y le cambia el nombre de Mérida por el de Santiago de los Caballeros. A partir de ese momento la recién fundada ciudad quedó bajo la jurisdicción del Corregimiento de Tunja.
Un hecho de particular relevancia en lo que nos ocupa es expuesto por Milagros Contreras de la siguiente manera:
Cumpliendo con su misión, Juan Maldonado continuó la conquista en la región de Timotes hasta la provincia de los indios cuicas (hoy Estado Trujillo). Allí encontró al Capitán Francisco Ruiz, quien con poderes de Gobernador de la Provincia de Venezuela trataba de conquistar el mismo territorio. Después de una serie de disidencias y de un posterior acuerdo, se convino en dejar a Ruiz la provincia de los Cuicas y a Maldonado la de los Timotes, tomando en cuenta los límites que separaban esas parcialidades; “…de este hecho histórico se originó la línea divisoria entre la Provincia de Venezuela (que dependía de la Audiencia de Santo Domingo) y el Nuevo Reino de Granada…” (MC: 721).
 
En estos parajes andinos, el capitán Francisco de Cáceres funda en 1576 la Villa del Espíritu Santo de La Grita, la cual será cabeza de la gobernación que Felipe II le otorgara el año anterior. Mediante capitulaciones firmadas en 1580 con la Audiencia de Santa Fe, a Cáceres se le ratifica el título de Gobernador y se convierte así en el creador de la primera gobernación en los Andes que luego serían venezolanos.
Ya dijimos que desde su fundación Mérida dependía del Corregimiento de Tunja. Esta situación creaba problemas tanto a los corregidores como a los habitantes de Mérida, siendo la mayor dificultad la gran distancia entre esta ciudad y Santa Fe, sede de la Audiencia, adonde debían acudir los vecinos cuando necesitaban pedir justicia. Ello lleva a los merideños a solicitar la anexión de Mérida a la Gobernación del Espíritu Santo de La Grita, primero en carta dirigida al rey de 7 de mayo de 1586, y una segunda vez el 5 de noviembre de 1588, en la que se unen a la misma petición los cabildos de San Cristóbal y Pamplona.
Este deseo no fue satisfecho en el momento, pero “después de varios intentos, por Real Cédula del 10 de diciembre de 1607, Mérida fue erigida en Corregimiento dependiente de la Audiencia de Santa Fe, a cuya jurisdicción pertenecerían las ciudades de La Grita, San Cristóbal, Gibraltar, Pedraza y Barinas” (MC: 723-724).
Pronto, sin embargo, se dieron cuenta los vecinos y los cabildos de Mérida de la conveniencia de que se elevara el territorio a la categoría de gobernación dado que las facultades de un corregidor eran escasas en comparación con las de un gobernador; este, en efecto, podía resolver situaciones en las que un corregidor no tenía competencia, particularmente en lo relativo a la concesión de encomiendas. Se hacen, así, múltiples solicitudes hasta que en 1622 Mérida se convierte en provincia gracias a los esfuerzos de Juan Pacheco Maldonado, quien obtiene para sí el título de Gobernador y Capitán General de la Provincia de Mérida. Respecto a su territorio, señala Guillermo Morón lo siguiente:
La nueva gobernación y capitanía general, dependiente de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, dispone de un inmenso ámbito geográfico que cubría parte de la cordillera, los valles y una extensa zona llanera, además de las vecindades del lago de Maracaibo […]; ciudades como Mérida, San Cristóbal, La Grita y todas las fundadas por Cáceres, incluidas Barinas y Pedraza en los Llanos, así como Gibraltar en el lago, rival de Maracaibo durante más de un siglo […]; parte del río Zulia y el incógnito rincón entre el Meta y el Casanare. (GM: 111)
 
Esa nueva gobernación tiene como capital a la ciudad asentada al pie de la Sierra Nevada, a Mérida. Pero realidades geográficas y económicas van a cambiar esta situación cuando Maracaibo se alce como capital de facto, que no de iure, de la provincia. En efecto, dada su ubicación geográfica relativa, Maracaibo tiene más comunicación con la gobernación andina que con la suya propia, la de Venezuela; Caracas está más lejos que Mérida, por ello mismo todo el tráfico de personas y mercaderías con destino a Mérida llega, vía Maracaibo, a Gibraltar, ciudad bajo la jurisdicción merideña ubicada en la costa suroriental del lago. Por su privilegiada situación, entre el Caribe y los Andes, Maracaibo se convierte no solo en un puerto importante sino ante todo en un punto estratégico para la defensa de provincias dependientes unas de la Real Audiencia de Santo Domingo, otras de la de Santa Fe.
La Real Audiencia bogotana, consciente de este hecho y movida por el deseo de expandir su territorio, logra que la Corona ordene, mediante Real Cédula del 31 de diciembre de 1676, la separación de Nueva Zamora de la Laguna de Maracaibo de la Gobernación de Venezuela y su anexión a la de Mérida. A pesar de las protestas del Cabildo de Maracaibo por esa decisión, se vio finalmente obligado a recibir y reconocer al gobernador de la Provincia de Mérida en 1678. Ese mismo año la Audiencia de Santa Fe sugiere al rey la conveniencia de que el gobernador resida en Maracaibo y no en Mérida por el mayor riesgo que corría aquella ciudad dados los continuos ataques de piratas; la solicitud fue bien acogida: a partir de ese momento los gobernadores de la provincia residían a orillas del lago quedando así la ciudad convertida de hecho en la capital de la provincia. Ello explica que se la haya llamado con el nombre de Maracaibo aunque tal provincia nunca existió en lo político-administrativo.
La situación jurídica va a cambiar en 1777 cuando por Real Cédula del 8 de septiembre de ese año la Provincia de Mérida se desprende de la jurisdicción de la Audiencia de Santa Fe para pasar a la de Santo Domingo; en lo gubernativo y militar queda bajo la dependencia del Capitán General de Venezuela, y en lo tocante a hacienda, de la recién creada Intendencia de Caracas. Este reordenamiento provincial se justificó afirmando que así tales territorios serían “mejor regidos o gobernados y con mayor utilidad de mi real servicio”. Para el momento en que la Provincia de Mérida es desprendida de la Audiencia de Santa Fe ocupaba el territorio de los actuales estados Mérida, Táchira, Barinas y buena parte del Zulia. Nueve años después habría de producirse un trueque mediante el cual la ciudad de Trujillo es incorporada a esta Provincia:
 […] por Real Cédula del 15 de febrero de 1786, las ciudades de Barinas y Pedraza con sus respectivas jurisdicciones –dependiendo en lo jurídico de la Audiencia de Santo Domingo– se constituyeron en “Comandancia independiente” y en su lugar se dio a la Provincia de Maracaibo la ciudad de Trujillo del Gobierno de Venezuela. De tal modo, esta Provincia quedó integrada por las ciudades de Maracaibo, Mérida, Trujillo, La Grita, Villa de San Cristóbal, Perijá y demás pueblos de españoles e indios, cuya población fue calculada en 52.000 habitantes (MC: 737-738).
 
La incorporación total y definitiva de la Provincia de Mérida a la naciente entidad “venezolana” ocurrió cuando se creó la Real Audiencia de Caracas. En efecto, cuando por Real Cédula de 6 de julio de 1786 Carlos III crea esta nueva jurisdicción, ordena que las provincias de Margarita, Venezuela, Nueva Andalucía, Trinidad, Guayana, La Grita-Mérida-Maracaibo y Barinas queden unidas en un solo organismo político-territorial con el gobernador de Caracas a la cabeza.
Lo dicho podemos resumirlo en lo que sigue.
 
1558 – Fundación de Mérida. La nueva ciudad queda bajo la jurisdicción del Corregimiento de Tunja, perteneciente a la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá.
 
1607 – Se crea el Corregimiento de Mérida y La Grita.
 
1622 – Creación de la Gobernación y Capitanía General de Mérida con la ciudad homónima como capital.
 
1676 – Maracaibo es anexada a la Gobernación de Mérida; desde 1678 se convierte en la capital de facto de la gobernación.
 
1777 – Mérida es desprendida de la Audiencia de Santa Fe para pasar a la de Santo Domingo, y pierde la jurisdicción militar por anexión a la nueva Capitanía General de Venezuela.
 
1786 – Por Real Cédula del 6 de julio se crea la Real Audiencia de Caracas, bajo cuya jurisdicción queda la Provincia de Mérida. A partir de entonces, Mérida se integra totalmente a lo que hoy conocemos como Venezuela.


 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario